Diderot como lugar de encuentroestética, ética y retórica en El sobrino de Rameau

  1. Lasa Ochoteco, Cristina
Dirigida por:
  1. José María Rosales Jaime Director/a

Universidad de defensa: Universidad del País Vasco - Euskal Herriko Unibertsitatea

Fecha de defensa: 25 de junio de 2010

Tribunal:
  1. Francisca Pérez Carreño Presidente/a
  2. Esteban Anchústegui Igartua Secretario/a
  3. Idoia Mamolar Sánchez Vocal
  4. Christine Fauré Vocal
  5. Manuel Toscano Méndez Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 297458 DIALNET lock_openADDI editor

Resumen

En esta tesis se analiza El sobrino de Rameau, de Denis Diderot, como un texto en el que, a través de la enunciación del autor, van surgiendo los aspectos más controvertidos del siglo XVIII francés: el mundo clásico y el Siglo de las Luces, el aristócrata y el grand homme moderno, la razón lógica y la verdad experimental, el modelo determinista y el dinámico, el honor o la fidelidad y los valores burgueses, la sensibilidad y la intuición del corazón. He defendido que El sobrino de Rameau es una escritura orientada por unos principios éticos, implícitos y explícitos, sostenidos por Diderot durante toda su vida que, finalmente, encuentran un modo de expresión. Por tanto, desde una perspectiva semiótica, el análisis del texto ha requerido, además de la filosofía, la aportación de distintas disciplinas, como la retórica, la estilística, la semiología, la lingüística, la lógica y la teoría psicoanalítica, entre otras. En El sobrino de Rameau se anudan, en una escritura viva, una ética y una poética. Es lo que he considerado el estilo del autor. En el propio texto se puede encontrar también la enunciación de otro pensador francés, Michel de Montaigne, del siglo XVI, con quien Diderot compartía el uso de la lengua culta, pero alejada de las fórmulas clásicas, de forma que la agilidad de las frases interrumpe continuamente la argumentación a base de digresiones. Las paradojas de ambos autores ponen de relieve la falta de sentido, precisamente adornándolo, o convirtiéndolo en enigma. Esta articulación entre disciplinas diferentes y distintas épocas, entre autores y lectores alejados, puede constituir lo que he denominado «un lugar de encuentro», cuando ofrece la posibilidad de actualizar y renovar la lectura de la obra con otros discursos. Y considero que ésa es una característica de la genialidad de Diderot en El sobrino de Rameau.