La gestión escolar como curriculum. El estilo de la gestión y la responsabilidad ciudadana. Un estudio de casos
- SVERDLICK ADLER, INGRID
- Ángel I. Pérez Gómez Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Málaga
Fecha de defensa: 14 de junio de 2000
- José Gimeno Sacristán Presidente/a
- José Ignacio Rivas Flores Secretario
- Juan Fernández Sierra Vocal
- Miguel López Melero Vocal
- José Sanz Giménez Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Se parte de la consideración de la escuela como una organización que constituye el primer espacio público insitucional por el que los niños transitan, y en el cual tienen lugar las primeras experiencias relativas a un sistema de convivencia con otros individuos distintos a sus lazos consanguíneos, donde comienzan a construir su noción de gobierno, de participación, de vida pública. Desde esta perspectiva se entiende la gestión escolar como un proceso de construcción de voluntades colectivas dirigido al gobierno de la institución. Lo cual significa que es a través de los vínculos interpersonales y de las prácticas como se aprenden las relgas de particular, opinar, de la disciplina, de la autoridad, de las jerarquías, etc. Esto se analiza en un estudio de casos en una escuela del distrito de Buenas Aires(Argentina) llevado a cabo durante un curso académico. Esta representa una reflexión sobre la convergencia de diversas lógicas enla Institución Escolar a partir de entender que en la experiencia humana las formas "puras" de racionalidad se encuentran interpenetradas por otras; la racionalidad instrumental,paradigma de la escula universalista, se ve interpretada por la racionalidad convencional. En este escenario de lógicas institucionales convergentes, en donde a su vez se articulan las biografías personales de los actores, las tensiones se manifiestan en todos los ámbitos de la institución, protagonizadas por diversas formas de relaciones interpersonales. Es en base de dichas relaciones que se va constuyendo la identidad de los sujetos, a través de los procesos de diferenciación y pertencia. El modelo que se va introduciendo, al equiparar la esfera pública al mercado, es el de un ciudadano consumidor de servicios, participante formal de la democracia como estilo de vida, "ciudadano de baja intensidad", con menores aspiraciones en el ejercicio de sus derechos, en parte por el desconocimiento y en parte por el aprendiza